Madrid resiste

El lunes se conmemoró en Madrid la festividad de san Ramón del Valle-Inclán, un santo laico que en su faceta aristocrática se definió como «feo, católico y sentimental». Pongamos que nuestro Marqués de Bardomín tiene muchas caras, aunque no tantas como Proteo, pero sí casi tantas como Pessoa.

Según el poeta Arturo Cuadrado, poco antes de morir, Don Ramón dijo: «Si queréis ser felices, gastad un poco más de lo que ganéis». Un rasgo de su perfil epicúreo. Y Domingo García-Sabell, el joven médico que le atendió en sus últimos días, corroboraría sus postreras palabras: «¡Cómo tarda esto!». A saber si así se acercaba el carlista de Valle-Inclán a la Santa y su «muero porque no muero». A saber.

Bueno, lo cierto es que el lunes, en el restaurante del Teatro Real, se honró a Valle-Inclán con todos los honores. Incluso Vicki Peña se atrevió a gritar, al humo de las velas, ante la autoridad competente, y a lo Valle-Inclán; «¿Y el 21% del IVA nadie lo va a mencionar? ¡Por favor!» ¡Eso!

Se recuerda que una noche en el café Levante, Don Ramón estaba de tertulia poniendo de chupa de dómine a Echegaray y sus dramas de cornudos varios. Entonces un joven que estaba en las periferias del palique se levanta e increpa al poeta y dramaturgo: «¡Es usted un calumniador, retire inmediatamente esas palabras!». Valle-Inclán fija la mirada en el muchacho, y pregunta: «¿Y usted quién es?». «Soy hijo de don José Echegaray». Sin inmutarse, el autor de Luces de bohemia le dice al improvisado tertuliano: «¿Está usted seguro?».

¿Y el 21 % del IVA nadie lo va a mencionar? Sobre el auditorio del restaurante del Real pesaba la losa de la pérdida de casi dos millones de espectadores de teatro en los últimos cuatro meses del pasado año. Y se teme que la cosa va peor en este 2012. El premio de 50.000 euros, y la honra, se los llevó el madrileño Miguel del Arco, uno de los representantes de este teatro español actual que brilla por la llegada a los escenarios, no sin dificultades, de una generación que ha hecho guardia ya en muchas garitas y que se las sabe todas.

De la bajada nacional, Madrid es la que resiste mejor la crisis. La caída aquí ha sido del 20%. En la admirada Barcelona, del 27%. Y en el resto de la piel de toro, de casi el 50%. O sea, Madrid resiste más. Lo significativo es que la resistencia la hacen en este poblachón manchego cómicos (y empresarios) de toda España. Lo dijo don Antonio Machado: Madrid, «rompeolas de todas las Españas». Lo de las Españas al carlistón de Valle-Inclán a buen seguro que no le desagradaría.